HITMAN
viernes, junio 30, 2006
el tiempo es poco
ya las elecciones estan cerca, los mapaches van los mapaches vienen. los tiempos sin duda son cortos
unas horas exito o fracaso me esperan
hoy ni un paso a tras ni para agarrar impulso
pd para ti quien a nadie mejor pudo describir, si te quiero es porque sos mi amor mi complice y todo y en la calle codo a codo somos mucho mas que dos te quiero por que tus manos trabajan por la justicia.
Etiquetas: Job Meneses;
viernes, junio 23, 2006
comentario ultravioleta
saludos pues
lunes, junio 05, 2006
BESTIARIO DE UNA CAMPAÑA
BESTIARIO DE UNA CAMPAÑA
Son cerca de las 5 de la mañana, el ajetreo comienza, el equipo de campaña se alista para salir a su recorrido, Maria de los Ángeles Gaytán Contreras, Angelita Gaytán , la Señora, la madrina según quien se dirija a ella, para mi la jefa, más que sea eso, es la amiga, la candidata, pero en mi interior connota, una señal de respeto, y de admiración, ella recoge su pelo con su acostumbrada cola de caballo, sonríe como enfundándose en una armadura se alista al combate, las campanas de la iglesia repican anunciando las seis de la mañana, los pájaros anuncian esa llegada de un nuevo día. Prestos todos a seguir a su general empezamos nuestro andar quijotesco, ya en el auto, nuestro Bucéfalo, llamadas, análisis, comentarios... salimos seguros con nuestra dama, quien es una apoteótica imagen de una amazona mítica.
Mi visión de escudero me enorgullece, por que al paso de los días, recorremos infinitas leguas de camino, en un infinito mar de tempestades, ella, estoica, levanta la mirada al futuro, mueve el barco con maestría y nos quita de la corriente de sotavento. Pues en mente todos sabemos que el costo de la victoria electoral, no es fácil.
Soy guerrero de mil batallas, e combatido con fiereza a lado de grandes generales, pero esta amazona es diferente, es sensible a los demás, escucha, atiende, sus armas; la Experiencia, la convivencia, el respeto y la atención para todos por igual.
Simplemente ya son las 8 de la mañana, el sol, empieza su ascenso al cenit, nosotros ya listos en el campo de batalla, los tambores del perifoneo anuncian ya la llegada de la candidata, anuncian para nosotros la llegada de la incansable marcha que nos espera, simplemente, empezamos la batalla, con paso firme, al grito de “Angelita”, recorremos comunidades, llegamos hoy con campesinos, estos trabajadores incansables, con sus cuerpos delgados pero fuertes, sus manos duras, su rostro profundo quemado por las incansables labores de labranza, en sus ojos la esperanza, al oírlos detenidamente, su voz se resquebraja ante el grito de la desesperanza... su mirada profunda se vuelve dulce, ante las palabras de Angelita, nuestras armas la experiencia, unos cientos de dípticos impresos y la razón.
Los embates, los escarceos y la lucha de los argumentos son flechas afiladas y ardientes, ojala nos cumpla, queremos que regrese, no se olvide de nosotros. Ella escucha, ella si regresa, ella no promete, se compromete.
Ahora el escenario de batalla cambia como si se tratara de una película, estamos en las calles de alguna Tenencia, tocando puertas, pidiendo el respaldo ciudadano, a veces bien recibidos otras tantas no, sin embargo, Angelita prosigue su andar, el sol ya en el cenit indicando el medio día, nuestro paso sigue firme, salta de casa en casa, de un lado al otro de la acera cuando la hay, saludamos a cuanto podemos, debatimos. Este andar bajo el sol, lo que algunos llaman el folclor de la campaña, nos acerca al elector.
El sol desciende del cenit, subimos nuevamente a bucéfalo, ese carrito que es Tanque, jeep y transporte militar... nos enfilamos por senderos de tierra amarilla, rocas, a una comunidad profunda, esas de las que no están en ningún mapa, de las que todos olvidan, de las que no existen, el ladrar de los perros famélicos indican nuestra llegada... reunidas por lo general, mujeres, son las que están, solas, siendo padres y madres, porque sus maridos, sus hijos mayores, ya se fueron en busca del sueño americano. La cosecha aquí ya es más por costumbre que redituable, al final ni para zapatos alcanza. Aun así, como la Madre Teresa, confortaba en realidad a los mas pobres entre los pobres, nuestra amazona las conforta, les lleva no esperanza sino una propuesta clara.
La mirada de Angelita se torna al futuro, sus pensamientos casi transparentes, el sol quema su rostro, se empodera con la gente, la gente la conoce, alguien increpa, alguien diserta y alguien más, con la soltura de la experiencia, testimonia los logros. Ellos saben, y la conocen, cuantas obras, desde la capilla, los puentes, los caminos, el agua, seguramente en todos encontramos las marcas de guerra de nuestra general.
Nuestro andar se convierte en lo que Sun Tsu describe como de miles de li, ya el sol se despide de nosotros..., nuestro camino sigue, reunión tras reunión, diría Serrat paso a paso, golpe a golpe... y si estamos haciendo camino...
Nuestros adversarios no son invisibles y tampoco son molinos, ellos no pueden con nosotros, este equipo esta preparado para todo, los mejores soldados para la mejor amazona, estamos ya llenos de sol, de agua y polvo... nuestra marcha nocturna llega nosotros camino.
El regreso del campo de batalla empieza... con el sabor del polvo en nuestros labios, nuestros pies, todos nosotros agotados... en nuestra mente la satisfacción de haber cumplido.
Llegamos a nuestro cuartel, cerramos el día de la mesa redonda entorno a la líder, evaluamos, ya la luz de la luna a todo lo alto nos sugiere el descanso... antes de dormir, se dibuja en mi rostro una sonrisa, cierro los ojos, los recuerdos del día cruzan por mi mente, me acurrucó y duermo sin temor, tranquilo, el mundo deja de existir en mis sueños, a esta hora de la madrugada siento, mucha paz, para que en unas horas más, regrese al campo de batalla con mi grito de guerra “Angelita”